“Una mirada al pasado para afrontar el futuro” por Sr. Josep de C. Torrella

En estos momentos de incertidumbre, la experiencia es un grado y es también un escaparate muy útil para afrontar este futuro tan volátil que nos dibuja el Covid19. Por eso quiero acudir a lo más elemental de mi profesión para afrontar el futuro.

Inicialmente los proyectos de construcción industrial eran bastante simples: la propiedad sabía lo que quería y daba la implantación. Se trataba de elaborar la documentación para licencias. El cálculo de estructura era manual y el “calculista” una figura singular. La dirección de obra, a menudo con la “colaboración” positiva o complicada de la propiedad. Un ingeniero con poco equipo podía resolverlo. Todo era manual: dibujo, cálculos, documentos, copias, etc.

A medida que avanzan el tiempo, los proyectos se van haciendo más complejos. Se piden a las Ingenierías nuevos estudios y servicios: selección de ubicación, geotecnia, lay-out, optimización de costes, plazos de ejecución, control de calidad, seguridad y salud, sostenibilidad, ahorro energético, imagen corporativa… etc.

Así, por ejemplo, el cálculo de estructuras se resuelve mejor y más rápido con programas computacionales. Pero se hace patente que la definición del tipo estructural es relevante por las diversas posibilidades de solución. Y es que el extraordinario avance de la digitalización facilita cálculos, planos, información, comunicación etc.

Actualmente, se precisa de un equipo técnico multidisciplinar, y se abren nuevas posibilidades en nuevos campos técnicos y en ubicaciones más lejanas.

Los cambios no son lineales sino exponenciales. Y en momentos de crisis, ya experimentados, ha sido necesario dosis de imaginación y creatividad.

Esta crisis del Covid no tiene precedente y por primera vez en decenios de años se ven gravemente afectados ámbitos como la sanidad, política, movilidad, familiar, economía, relaciones sociales, etc.

Hay que analizar cada uno de estos campos y su interrelación. Salvando las distancias, se trata de estudios y proyectos a desarrollar con la intervención de equipos de profesionales multidisciplinares.

En este contexto, caben algunas consideraciones.

  • Discernir lo substancial de lo accidental.
  • El análisis de los factores cuantitativos, son de solución única y más fáciles de resolver. En todo caso se pueden revisar y corregir en distintos momentos.
  • Los factores cualitativos prevalecen sobre los cuantitativos. Presentan una variable de ponderación y algunos acabarán como juicios de valor.
  • Puede ser más o menos acertada la decisión en el caso anterior. Pero el mayor error es no considerarlos en las distintas fases del estudio, por olvido o por desconocimiento. En dicho caso se trata de craso error, con las consecuencias que de ello se deriven.
  • Los equipos de trabajo, en cada ámbito, son indispensables
  • Estos equipos valen lo que valen las personas.
  • Las personas, profesionales, mejoran con la formación continua.
  • La experiencia, factor esencial, deja un conocimiento que aplicamos, sin saber que “lo sabemos”.
  • El hacer las cosas bien, importa más que el hacerlas.

Y, ante todo, dos ideas esenciales:

  • La innovación en cada estudio es el sano inconformismo frente a la “copia”. Es la creatividad siempre conveniente e indispensable en tiempos de crisis.
  • La ética de independencia profesional debe ser atributo intelectual de mejores aportaciones.

En estos momentos, la trayectoria de TORRELLA Ingeniería-Arquitectura está siendo una garantía para hacer que los proyectos en los que intervenimos cumplan con la excelencia y calidad que la situación actual y de futuro inmediato exige.

Puedes encontrar este artículo entre otros en el INFORME TORRELLA 2020

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