En TORRELLA Ingeniería-Arquitectura queremos recordar a José Antonio Coderch de Sentmenat, genio de la arquitectura que destacó por su carácter temperamental, sus férreos principios personales y profesionales, y por sus innovadoras soluciones, de las cuales han bebido los grandes arquitectos españoles de la actualidad.
En el libro Recordando a Coderch (Librooks 2017), escrito por Pati Nuñez e impulsado por la empresa de diseño e interiorismo MINIM, se dibuja un retrato del arquitecto en palabras y escritos de colaboradores, amigos, familiares, arquitectos y alumnos que quedaron marcados por una personalidad tan arrolladora que no dejaba indiferente a nadie.
Casa Ugalde Cocheras de Sarriá Cocheras de Sarriá Edificio Girasol Edificio Girasol Edificios Trade
Moneo, Ferrater, Tusquets, Milá, Correa… trazan la figura desde su punto de vista de alumnos, colaboradores o colegas, gente a la que Coderch formó y respetaba, pese a ser ellos todavía arquitectos en proyecto. Como declaraba en el libro su hijo, Pepe Coderch, “él es conocido por ser un arquitecto excepcional, pero es que eso es consecuencia de que era como persona excepcional”. Sus sentencias, ideas, creaciones tan originales, dejaron huella a toda una generación.
Defensa del oficio
“No son genios lo que necesitamos ahora” sentenciaba el artículo que publicó en la revista Domus en noviembre 1961 y que revolucionó a la profesión. Encajaba en su concepción del arquitecto como una persona que está con los pies en la tierra. Su clara defensa de la profesión le llevó a declarar “es peor un buen arquitecto con un mal cliente que un arquitecto mediocre con un buen cliente” o ideas tan sencillas y, a la vez, reveladoras como que “el arquitecto tiene que aprender a borrar”. Obras como los Edificios Trade, hechos en 1966 siguen siendo considerados unos de los edificios más modernos de Barcelona en la actualidad. O la sensibilidad de la Casa Ugalde, las Cocheras de Sarriá o el edificio Girasol en Madrid son muestras de su defensa del oficio del arquitecto. “A pesar de los pesares jugar limpio vale la pena” resume muy bien su invariable fidelidad a sus principios.
Su amor por el diseño – Picasso consideró su lámpara DISA como la lampara moderna más bonita del mundo – y por la fotografía completaba una personalidad genial, enmarcada en un carácter muy temperamental donde la honestidad, la ética y la coherencia debían estar siempre presentes en el proceso de trabajo y en cada momento de su vida.
La Herencia
En el libro se presenta el proyecto en el que Coderch trabajaba cuando falleció. Una idea totalmente revolucionaria en el que proyectaba un edificio de viviendas modulables, viviendas cuyo espacio crecía y decrecía en función del uso y crecimiento – o decrecimiento – de las familias que la habitaban. El proyecto quedó olvidado y abandonado y ha sido rescatado para completar el libro.
Junto a esta obra, MINIM contactó con el realizador Poldo Pomés para acompañar este proyecto con un documental que pusiera imagen y voz a esta recopilación de testimonios. El documental fue estrenado en Barcelona en 2017 y ha sido proyectado en el ciclo “Imprescindibles” de La2 de televisión española.
Puedes verlo aquí. Disfruta de este magnífico retrato sobre la figura de una persona irrepetible.